sabato 23 aprile 2011

Fotografía

Edward Steichen, 'Gloria Swanson', 1924


Me vienen a las manos

las baladas

de Johann Bellina,

eran azules,

dos perlas,

como tu ojos,

cuando eras joven

(¿recuerdas?

rusa, de pelo corto),

actriz de un cine mudo

(parecías

una dama violeta,

como las tardes

inglesas de Eliot,

y brillaba tu rostro, era

como de un mármol fino),

subían por mis manos

las letras

de aquella música

(sol de invierno,

en tu casa)

en la foto,

ya gris,

te escuchaba,

la melodía

era el tiempo

sin voz

sobre el papel,

tus rasgos de animal

(¡tu bella sombra!)

un ciclamen del este

(florecido),

y las baladas

de Johann Bellina

que no existe,

su nombre

lo he inventado,

igual que este poema

que refleja una foto,

un perfume

que robé de los dioses.

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Dolan Mor nació en Pinar del Río en 1968. Sus últimos libros publicados son La novia de Wittgenstein (Premio Internacional Barcarola de Poesía, Nausicaä, Molina de Segura, 2010), El idiota entre las hierbas (Olifante, Tarazona, 2010) y La dispersión (Amargord, 2010).

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